Muchos políticos han convertido la política en espacio y medio de ejercicio caudillista, de usufructo de la renta pública en interés personal o de pequeños grupos afines; en escenario para el concurso de propuestas demagógicas para cautivar un electorado que se mueve por emociones y sentimientos, muchas veces irracionales y sin bases reales y posibles; en un sistema de trueque prebendal (un kilo de arroz por voto); otras veces se han dado acuerdos turbios entre dirigentes de posiciones antagónicas, por cuotas de poder, sin mayor respeto por sus principios y compromisos. En resumen, cierto ejercicio de la política, la politiquería, ha perdido dignidad, profesionalismo y respeto, dando lugar al desencanto, a la desconfianza e incluso a la indiferencia de la ciudadanía expresadas en la participación mecánica (obligada) en los procesos electorales y en la elección de candidatos de dudosa reputación.
https://www.datapolis.bo/2023/12/18/necesidad-de-revalorizar-la-politica/