¡Qué tremendo mensaje -inocultable- el que el día del Estado Plurinacional el masismo que lo instauró se encuentra abiertamente enfrentado! Ya todo el pasado año nos acostumbramos a insultos entre las partes peleadas, buena porción de ellos vinculados a dudosas relaciones con ámbitos oscuros de negocios y negociados. De solo escuchar esos improperios y acusaciones ya cualquiera puede deducir el hondo quiebre moral del partido oficialista, en particular de su dirigencia. Si solo afectara a ellos sería noticia excelente, pero ocurre que no se vislumbra una o varias organizaciones políticas convergentes en una oposición, pese a los notables esfuerzos de algunas y algunos asambleístas activos y críticos, que pueda erigirse como el necesario recambio para recuperar la salud del Estado de derecho democrático.