El masismo no se trata de una ideología ni de un proyecto de país. Como bien se dice, es un modus operandi, de manera que no tiene relevancia alguna dilucidar si está dividido o todo se reduce a un guion destinado a “marear la perdiz”, pues sea como fuera, sin excepción son lo mismo: coautores, cómplices y encubridores de los estropicios, diestros en la mentira y sin escrúpulos morales. Todos, el fugado amenazando eternamente, su exministro estrella balbuceando sin convicción alguna, el sumo sacerdote ancestral desaparecido del mapa y sus patéticos voceros, viejos y jóvenes, son corresponsables del desastre y comparten la misma visión. Por tanto, en ninguno se debe tener la mínima confianza. Ellos sólo garantizan el hundimiento definitivo del país con la profundización del modelo fallido del socialismo del siglo XXI. No en vano el tirano venezolano les instruyó a los masistas en una reunión realizada en Caracas en abril de este año, que de una vez apliquen el modelo completo para convertir al país en otro infierno de miseria y opresión como Cuba y Venezuela.
https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20240922/columna/vueltas-nunca-mas-mas