Hoy la devaluación de facto, la caída de la actividad económica y la disparada de precios ya están más que vaciando los bolsillos de la gente; en consecuencia, la legitimidad y credibilidad del gobierno de Arce Catacora se está yendo a pique por estas razones económicas, lo que ameritaría quizás escribir otra nota sobre las variables macroeconómicas en términos del slogan gringo ¡es la economía, estúpido!
Pero en esta ocasión, la división del MAS entre evistas y arcistas nos da la oportunidad de dilucidar la distinción conceptual entre el poder y la fuerza, es decir, entre el poder político de los unos y la fuerza gubernamental de los otros. En efecto, la prolongada pulseta entre Evo y Arce está adquiriendo ribetes de una clásica confrontación entre poder y gobierno, esto es, entre el poder político corporativo que aún tiene Morales entre sus bases cocaleras del Chapare y otras organizaciones campesinas de tierras altas (Cochabamba, Potosí) y la fuerza gubernamental que controla Arce como titular del poder estatal, incluidos funcionarios gubernamentales obligados a conformar ¡grupos de choque parapoliciales! (como se ha podido constatar una vez más en la “marcha para salvar Bolivia” del evismo hacia la sede de gobierno).
https://correodelsur.com/opinion/20240923/es-el-poder-estupido.html