El recuento de los hechos revela fehacientemente que el desarrollo de la Asamblea (2006) no sólo estuvo marcado por profundas contradicciones, manipulaciones y tensiones más allá de lo previsible y admisible, dado que se produjeron enfrentamientos físicos derivados en lesiones de consideración de algunos asambleístas, sino por abiertas ilegalidades que la ponen en entredicho.
Por un lado, la Asamblea Constituyente empezó el 6 de agosto de 2006 en Sucre y concluyó el 10 de diciembre de 2007 en Oruro, quedando superado por mucho el plazo máximo de un año determinado por la ley 3364. Por otra parte, la sede fue cambiada, no una sino dos veces: la primera, desde el teatro Gran Mariscal hasta un recinto castrense, el Liceo Militar “Tte. Edmundo Andrade” en las afueras de la ciudad de Sucre, en el escenario de la violencia generada por el régimen ante el reclamo ciudadano de incorporación en la agenda del evento la consideración de la capitalidad plena a Sucre. Grupos de “ponchos rojos” trasladados desde La Paz en calidad de bandas de agresores y contingentes policiales que incluyeron francotiradores según fuentes de prensa, a la cabeza del entonces ministro de gobierno, Alfredo Rada, fueron repelidos por ciudadanos movilizados. Los enfrentamientos desembocaron en tres muertes y cerca de cuatrocientos heridos, en la localidad llamada “La Calancha”. El segundo cambio de sede fue a Oruro donde se declaró su conclusión el 9 de noviembre de 2007, procediendo los jerarcas masistas a trasladar a sus asambleístas a La Paz, donde fueron concentrados y encerrados bajo llave en el edificio de Lotería Nacional, mientras terceros, bolivianos y extranjeros, terminaban de redactar el texto de la futura constitución que sería aprobada en referéndum el 25 de enero de 2009, burlando la soberanía popular.
https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20241006/columna/impostura-constitucional-pluri