Sobre Glas pesa una condena a ocho años de presidio por ilícitos relacionados con el famoso caso Odebrecht, que afectó a varios gobiernos latinoamericanos y, de hecho, el exvicepresidente ecuatoriano cumplió ya cuatro años en una cárcel, obteniendo hace algún tiempo la libertad condicional a través de un recurso de habeas corpus. Luego de ello y ante la activación de otros procesos penales en su contra por supuesta comisión de delitos en el ejercicio de la función pública, decidió asilarse en la embajada de México, la cual terminó por otorgarle asilo político hace unos días, luego de haberse rehusado a entregar a Glas a las autoridades ecuatorianas, en tanto estas dijeron que no le otorgarían salvoconducto porque era un delincuente común (¡cuánto parecido con el accionar de Evo Morales en relación con el senador Roger Pinto!).
https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20240410/columna/proposito-ocurrido-ecuador