A casi veinte años de hegemonía del MAS y de destrucción nacional, constatamos que su proyecto político se ha agotado; el país se encuentra a la deriva por lo que es imperativo pergeñar una visión de país a mediano plazo, un norte claro que oriente a un próximo gobierno de unidad nacional, para salir del grave estado de situación en el que se encuentra, con una economía en crisis y con indicadores negativos (fuerte déficit fiscal, agotamiento de las reservas internacionales, subvenciones insostenibles, empresas estatales ineficientes, crisis energética, etc), con un modelo socio económico productivo fracasado que vive gracias a los recursos del contrabando, el narcotráfico, la explotación irracional del oro y otros minerales; un Estado desinstitucionalizado, sin independencia de poderes, con una justicia corrupta y prorrogada inconstitucionalmente; con políticas sociales que son un fracaso (salud, educación, empleo, etc.); con un medioambiente agravado por la deforestación, la contaminación de ríos, la colonización invasiva, el desmonte, la quema de los bosques, etc. En resumen, el fracaso del Estado plurinacional.