Para ellos [los políticos], las encuestas son meros instrumentos de propaganda política y lo único que exigen es que los resultados les sean favorables, para convencer esencialmente a financiadores.
Lo lamentable no es la ya conocida falta de ética de los políticos, sino la irresponsabilidad de las empresas que se prestan a este juego. La manipulación de instrumentos y procedimientos generan resultados carentes de rigurosidad, coherencia, consistencia y robustez, y, además, un error y desviación enormes, alejados éstos de los resultados oficiales.
El analista Luis Alberto Quiroga no es miembro de Una Nueva Oportunidad. UNO alienta el debate de ideas pero no se adscribe necesariamente a los contenidos de éste artículo.
