Coyuntura y perspectivas a partir del conflicto Censo 2023 (Edgar Cadima, UNO, 1.11.22)

  1. La coyuntura política se ha complicado. El año de realización del censo, un dato técnico que, en circunstancias normales y apegados a la norma, no debiera generar inquietud, se ha convertido en el eje de la disputa política. Es que el censo no sólo es recuento de la población, sus características y las condiciones en que vive la gente, sino que tiene consecuencias políticas que ahora se evidencian.
La lucha que ahora lidera Santa Cruz tiene como objetivo lograr que el censo se realice el año 2023, pero la finalidad de esa lucha va más allá del año del censo y se orienta a impedir que se consolide la perspectiva dictatorial del MAS, vía un nuevo fraude electoral, en las próximas elecciones de 2025 con base a los datos censales actuales y el padrón electoral inflado y distorsionado. Impedir ese nuevo fraude significa evitar la permanencia ilegítima e indefinida del MAS en el poder.
Para evitar esa permanencia dictatorial del MAS en el poder, es importante que con los nuevos datos del censo se logre, antes de las próximas elecciones:
  • Diseñar una nueva distribución de escaños que permita una real representación de la población en el parlamento. Corregir la distorsionada representación del 70 % de la población urbana en sólo 27 circunscripciones mientras que el área rural con 30 % de la población tiene 36 circunscripciones.
  • Establecer un nuevo padrón electoral con base a un nuevo registro de la población en edad de votar y que deberá estar en sintonía con los resultados del censo.
  • Redefinir un nuevo pacto fiscal que significa la asignación de recursos a las gobernaciones, alcaldías y universidades en función de la población censada.
  1. La ciudadanía cruceña ha comprendido la finalidad de esta lucha que se evidencia en la adhesión militante a la causa y permite que el conflicto por el censo 2023 esté firme, luego de 10 días de paro. Pero esa adhesión tiene su debilidad en el tiempo ya que no puede durar de forma indefinida. La población tiene necesidad de satisfacer sus necesidades y prolongar el conflicto más allá de sus capacidades puede generar dificultades en la continuidad. El gobierno lo sabe y está jugando al cansancio de la gente, a la provocación para generar desánimo y a la agresión con medidas duras como el cerco a la ciudad, la prohibición de exportar algunos productos y las amenazas de intervención violenta en los puntos de bloqueo. Ante esta situación es importante mantener abiertas las puertas de la negociación con el gobierno; sopesar adecuadamente las medidas pacíficas a tomar; realizar las denuncias ante los organismos nacionales e internacionales sobre la violación de los derechos humanos de la población y mantener un espíritu de confianza en la certeza de nuestra lucha.
  2. El MAS sabe que tiene que ganar esta confrontación. Sabe que está jugando su futuro político y no va a dudar en usar todas las estrategias y armas con esa intención. No tiene ningún interés en que se realice el censo y, mejor para ellos si no se realiza. Ya no tiene ni le interesa encarnar un proyecto político. Su lucha es por su proyecto de sobrevivencia en el poder. En esas condiciones y con el aparato del Estado, puede ganar esta pulseta, pero será una victoria pírrica que, a la larga, lo debilitará aún más frente a las banderas libertarias que ya están plantadas en los mojones de lucha del país.
    1. Pero, para avanzar en ese proyecto libertario, es importante considerar los siguientes aspectos:
    • La lucha por el censo 2023 no lo es todo ni se agota ahí. Esta lucha es una batalla más de la ya larga lucha del pueblo boliviano que comenzó con la victoria en el referendo el 21F, continuó con las jornadas de octubre/nov. de 2019 y ahora se proyecta en un proceso que busca recuperar y consolidar la democracia para Bolivia.
    • Para ello es necesario bolivianizar la lucha por el censo 2023. Es necesario desplegar una estrategia que permita convencer la importancia de un censo nacional; que las regiones particularmente deprimidas pueden beneficiarse con un nuevo censo ya que, con la información a conseguir, podrán luchar por sus reivindicaciones y exigir al gobierno la compensación de recursos necesarios para atender sus necesidades. Es decir, es importante que la lucha por el censo esté relacionada a las reivindicaciones más sentidas de la población en términos de salud, educación, infraestructura, inversiones.
    • Santa Cruz se ha convertido en el motor de la economía nacional y la tendencia es que esa evidencia sea aparejada con que Santa Cruz se convierta en el nuevo eje político nacional. En este conflicto se constata que el gobierno busca controlar y/o sabotear, desde su centralismo, que no se de ese cambio de eje político y busca dañar la economía cruceña, prohibiendo la exportación de ciertos productos lo que va a contrapelo del desarrollo regional. Superar esta situación será el desafío de las luchas futuras desde Santa Cruz, no sólo en interés regional sino del país ya que, en el fondo, de lo que se trata es de sacar al MAS de la conducción del país, de cambiar el eje político y proponer al pueblo boliviano una narrativa de Cambio de época que supere el discurso agotado del ciclo populista autoritario y/o conservador. Una propuesta de cambio de época que se proyecte para la construcción de un nuevo país y no se agote en una reivindicación específica o con un cambio de gobierno.
    • En ese sentido, la demanda del censo no puede quedar como un elemento aislado y suelto de un complejo de demandas locales y nacionales. Santa Cruz ha asumido liderar este proceso de cambio de época y para ello deberá construir una narrativa nacional, una propuesta política que genere esperanza de mejores días para el pueblo boliviano. Un proyecto político articulador de las demandas nacionales más sentidas que supere la autoreferencia cruceña y se constituyan en propuestas de orden político, social, medioambiental, energéticos, etc para todo el país. (p.e, será necesario señalar, desde Santa Cruz y en coordinación con otras regiones, una propuesta orientada a un nuevo sistema de gobierno; a una renovada matriz productiva nacional con respeto al medio ambiente; la gestión de los recursos naturales para resolver el tema del litio y otros; el microsurco agrícola del altiplano, el contrabando y/o el narcotráfico, la educación, la energía alternativa, etc.).
    • Este proceso va exigir, además, de nuevos liderazgos que encarnen el proyecto nacional de cambio de época; liderazgos que superen la improvisación y el caudillismo. Liderazgos renovados y cualificados, con sólidas bases éticas, morales y técnicas que les dé autoridad para llevar adelante este proceso de dimensión nacional y de largo plazo. Liderazgo que, desde la conducción política, deberá completarse con liderazgos intelectuales de alcance nacional, capaces de hacer las lecturas correctas de la realidad, generar corrientes de opinión y debate y proponer las soluciones pertinentes y oportunas a los diferentes problemas
    La lucha que se avecina será larga y difícil y Santa Cruz deberá estar preparada. Sería imperdonable que todo este proceso que se está viviendo encuentre al liderazgo cruceño sin propuestas nacionales de cambio y gestión política como sucedió en oct/nov. de 2019.

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