Como se sabe, las coplas carnavaleras son picarescas, pero, en tiempos como los que ya se vivían en 2012, de un Estado Plurinacional autoproclamado como el instrumento para acabar con el racismo, la discriminación, el machismo y el patriarcalismo, la violencia contra la mujer y un largo etcétera, las tales coplas resultaban inaceptables: subidas de tono, machistas y violentas contra las mujeres, aunque nadie dijo chus ni mus al respecto.
https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20240207/columna/proceso-cambio-coplas-carnavaleras