Una de las lecciones es que la recuperación de la democracia solo ha de ser posible si la gente pelea resueltamente por ella. La lucha de Santa Cruz ha relievado esta verdad. Pero también ha quedado en evidencia que no bastan la organización, el sacrificio o el coraje; es imperioso un liderazgo inteligente y con visión estratégica.
Nota del Editor: Este artículo se incluye aquí por su rigor analítico y claridad de exposición. Henry Oporto no es miembro de Una Nueva Oportunidad.