La penúltima batalla (Guillermo Mariaca, 29.10.22, UNO)
Entre el autoritarismo y el fascismo hay una diferencia cualitativa pero también hay un puente. Hoy estamos en el puente. Cuando un partido se asume como encarnación de un Estado; cuando realiza acciones para eliminar físicamente a quienes defienden los últimos resquicios de la democracia; cuando demasiados ciudadanos se retiran de la política y calculan su sobrevivencia. Quince años de basura han ensuciado hasta una dimensión inimaginable nuestra vida democrática. Han construido las condiciones del fascismo.
Las oposiciones, mientras tanto, apenas denuncian en el mejor de los casos. Porque la mayoría apenas mira azorada cómo nuestra patria se hunde. Cómo nos aproximamos raudamente a Nicaragua, a Venezuela, a la miseria cubana. Al naufragio de la política. Al nacimiento del fascismo.
La batalla del censo podría ser la penúltima derrota en esta guerra por la preservación de la democracia. Mientras Santa Cruz lucha por bolivianizar el censo, el resto del país la contempla, calcula, o la apoya tibiamente. Mientras el gobierno prepara su victoria, el MAS huele la cobardía de la presa ciudadana. El escenario de Auswitchz está a la vuelta de la esquina.
Por esta situación social y esta experiencia moral cada día más degradada necesitamos una convergencia democrática. Una reunión de voluntades y una unión de visiones. Si no lo hacemos hoy, mañana será tarde.