El ministro de Gobierno no es el único que nos ofende con sus versiones mentirosas ni es la primera vez que sucede. Al contrario. El régimen masista, igual que todo autoritarismo, usa a contingentes de esbirros repetidores de las mentiras como parte de su estrategia de dominación. Basta revisar la consigna principal de propaganda del Gobierno actual: “¡Somos el Gobierno de la industrialización!”. A menos que se refiera a la transformación de coca en cocaína, esa consigna miente con descaro.