Maduro, el ilegítimo (Fernando Mires, polisfmires.blogspot.com, 15.9.24)
A diferencia de otras dictaduras, Maduro no ha avanzado hacia el poder conduciendo a masas victoriosas, no es portador de ninguna revolución, no irrumpe al poder en contra de un gobierno ilegítimo sino desde la propia ilegitimidad de su gobierno, repudiado por todos los gobiernos democráticos de América y Europa, reconocido solo por otras dictaduras o por gobernantes de naciones sin tradiciones democráticas.
El hasta ayer discípulo de Chávez –quien siempre gobernó por mayoría y sin romper del todo con la Constitución que él mismo instauró– no solo carece de legalidad sino también de legitimidad.
Cabe reiterar la diferencia: toda dictadura es ilegal, pero no toda dictadura es ilegítima. La ilegalidad proviene de una ruptura con la Constitución vigente. Por eso el derecho a la rebelión está reconocido por la filosofía política pero no está, no puede estar, inscrito en ninguna Constitución. Es un derecho abstracto y moral, si se quiere. Pero no un derecho jurídico.
https://polisfmires.blogspot.com/2024/09/fernando-mires-maduro-el-ilegitimo.html
El profesor Fernando Mires no es miembro de Una Nueva Oportunidad. UNO alienta el debate de ideas pero no se adscribe necesariamente a los contenidos de este artículo.
El Senado boliviano abrogó cinco leyes incendiarias; faltan tres (Andrea Barrientos, Tik Tok, 17.9.24)
Crueldad infinita (Carlos Derpic, Los Tiempos, 18.9.24)
Hay modus operandi que identifican indubitablemente a los regímenes dictatoriales que existen a lo largo y ancho del planeta. Algo que caracteriza a varios de ellos, es que hacen uso de la democracia liberal para acceder al poder y luego la destruyen para perpetuarse en él. En ese afán no para mientes en perseguir no sólo a opositores, sino también a todo aquel que no cumple las órdenes del “mesías” de turno, sea este exguerrillero, pseudo indígena, “líder nato” o lo que fuese.
La persecución de opositores, disidentes y libre pensantes puede adquirir varias formas, como por ejemplo las detenciones practicadas en acciones represivas destinadas a impedir reclamos de cualquier tipo, como sucedió en Cuba hace un par de años, en Bielorrusia en 2020 o sucede actualmente en Venezuela frente al fraude descomunal de Maduro y sus muchachos, que son continuadas por procesos judiciales en los que se anula el derecho a la defensa y el debido proceso, comenzando por el sometimiento de la “administración de justicia” al Órgano Ejecutivo; y que pueden ser el inicio de un calvario como el que, por ejemplo, vivieron José María Bakovic y Marco Antonio Aramayo en Bolivia.