Ante la reciente arremetida del MAS para hacer del TIPNIS un territorio sin finalidades ecológicas, la Plataforma UNO toma la palabra con esta posición.
TODOS SOMOS TIPNIS
Plataforma Ciudadana Una Nueva Oportunidad
Existen al menos seis razones, de importancia e implicancia nacional, por las que convocamos a una resistencia de tod@s l@s bolivian@s para defender el TIPNIS:
1.- Ambiental y ecológica
La apertura de la carretera será la punta de lanza para una amplia deforestación y «colonización» de uno de los últimos bosques bien conservados de la región amazónica de Bolivia. Los efectos de la deforestación son principalmente tres: 1) La regulación de las lluvias en los valles de Bolivia (Cochabamba, La Paz, Santa Cruz, Chuquisaca principalmente), fruto de las corrientes de humedad que llegan del atlántico, sufrirá una drástica alteración por la ausencia de la evapotranspiración e “impulso” que le da el bosque del TIPNIS a dichas corrientes, lo que provocará disminución de las lluvias en los valles y el área montañosa. 2) La falta de contención del escurrimiento de la lluvia en el pie de monte, provocará el incremento del caudal de los ríos y una mayor frecuencia de inundaciones aguas abajo, empezando por las comunidades del TIPNIS ubicadas en las riberas de los ríos, afectando inclusive a Trinidad y otras poblaciones. 3) El fraccionamiento del paisaje o territorio, implicará la disminución significativa o pérdida de la biodiversidad, siendo el TIPNIS uno de los pocos santuarios que quedan.
2.- Derechos indígenas
La Constitución Política del Estado y leyes nacionales, establecen el derecho a la consulta previa, libre e informada a los pueblos indígenas cuando se trata de llevar adelante actividades estatales dentro su territorio. Lo que hubo fue una consulta “póstuma”, una burda falsificación y puesta en escena de matonaje estatal contra comunidades indígenas, en medio del conflicto desatado el año 2011. La misión de la FIDH y de la APDHB en consulta con los habitantes del TIPNIS, pudo constatar que la consulta no fue de buena fe, no se respetaron sus costumbres y tradiciones, finalmente sus resultados han sido falseados y manipulados. Los derechos indígenas no pueden ser una declaración, un requisito administrativo, sino un principio nacional y estatal de respeto a las formas locales de ver y reproducir su existencia. El estado no tiene ningún derecho a definir la forma de vida que deben llevar.
Por lo demás, consultar una ilegalidad deja un peligroso precedente. La carretera por el núcleo del TIPNIS es ilegal porque hay normas (desde la CPE hasta el Reglamento de Áreas Protegidas), que ponen límites a obras con efectos sistémicos devastadores y, por tanto, con costos mucho mayores que los beneficios.
3.- Pretexto de la intangibilidad
La intangibilidad, inscrita en la Ley 180 y su reglamentación, no prohíbe el desarrollo de actividades económicas de las comunidades indígenas amigables con el medio ambiente, ni la prohibición de construir infraestructura productiva y social (salud y educación). Lo que prohíbe son las actividades extractivistas que generan importantes pasivos ambientales, los asentamientos de personas ajenas (léase cocaleros, madereros, narcotraficantes) y las obras de alto impacto como una carretera. Por tanto, pretextar la intangibilidad para derogar la Ley 180 es una manipulación primaria y pueril.
Tomando en cuenta que la gran mayoría de las comunidades se encuentran muy lejos del trazo de la carretera, a la vera de los principales ríos del TIPNIS, si el gobierno quisiera cumplir de buena fe con su obligación, debería usar los ríos para proveer servicios básicos u otros adicionales. Es por eso que las comunidades dicen: el río es el camino.
Y si, como dice el discurso oficial, de integración y desarrollo sostenible se trata, entonces hagan la carretera por uno de los trazos alternativos propuestos por especialistas en la materia.
4.- Expansión de la coca, el narcotráfico y la extracción ilegal de madera
Con la carretera y la colonización, se expandirán los cultivos de coca. Hoy a diferencia del 2011, los cocaleros tienen a mano la ley que permite pasar de las 3.300 Has actuales (cato de coca por familia) a más del doble (7.700 Has). Sabemos que el 90% de la coca del Chapare no pasa por mercados legales, se va al narcotráfico. Por ello, incrementar al doble de hectáreas es dar un espaldarazo al narcotráfico y a todo lo que esto conlleva: corrupción, desinstitucionalidad, criminalidad, prostitución, violencia, daño ambiental, relaciones internacionales narcotizadas, etc. Por tanto, el terreno virgen del TIPNIS será la mejor «herencia» que el masismo dará a sus huestes más leales. La preventa de lotes en el TIPNIS, administrada por las corporaciones cocaleras, ya empezó el 2012, seguramente en éstos días volvió a su auge.
De igual manera, la carretera dará lugar al ingreso de empresas y/o personas dedicadas a la extracción ilegal de madera, ocasionado procesos de degradación de los bosques y la desaparición de especies locales de alto valor comercial. Por lo general, son estas empresas las que realizan la apertura de caminos secundarios, que son los que en mayor medida afectan a la destrucción de los ecosistemas.
5.- Coletazos de ahogado de un régimen que sabe que se va
La presión para cumplir compromisos adquiridos en la etapa pre-lectoral, implica la anulación de la Ley 180, así como la reposición del proyecto de la carretera. Pero más allá de la anunciada carretera los responsables de la actual gestión gubernamental saben que con los años, aunque estén fuera del gobierno, de igual forma la ocupación cocalera de dicho territorio tenderá a ampliarse. El patrón se verifica en otras medidas desesperadas como fue la aprobación de la ley de la coca con su ampliación a 22.000 has de coca legal, que responde al intento de blindar legalmente las bases materiales de sobrevivencia del movimiento cocalero y por tanto del tronco fundamental del MAS y de Evo. El actual gobierno está aprovechando sus 2/3 en la Asamblea Legislativa Plurinacional, para sacar toda la ventaja posible antes de su irremediable salida del poder el 2020. Estas acciones son muestra objetiva que más allá de su palabrerío reeleccionario, están conscientes de que ya no cuentan con ninguna posibilidad de seguir usufructuando el país a partir del 2020.
Un patrón de abuso de poder para imponer una visión inviable de “desarrollo”.
Las razones de defensa del TIPNIS no son de sólo solidaridad con las comunidades indígenas, son de interés nacional y de tod@s l@s bolivian@s.
Este atentado contra el TIPNIS, y contra la población boliviana, por sus consecuencias sistémicas en servicios ecológicos vitales, corresponde a un patrón de abuso de poder, de incumplimiento y/o imposición de normas, de consultas fraudulentas para facilitar un modelo de profundización del extractivismo sin destino, que se expresa simultáneamente en otras áreas protegidas y/o territorios indígenas con proyectos como las megarepresas Rositas, Chepete y Bala; en la exploración y/o explotación petrolera en Tariquía, Iñao, TCO Tacana II, o bien en minería en el Illimani, en los ríos amazónicos; en un proyecto de energía nuclear o en proyectos de industrialización para la producción de plásticos y contaminantes abonos químicos. Es una visión de futuro inviable porque no comprende algo elemental: el “desarrollo” no puede hacerse a costa de la capacidad regenerativa de los ecosistemas porque son la base de sustentación de la vida.
¡¡ ATENTAR CONTRA EL RÉGIMEN DE LOS RECURSOS NATURALES ES TRAICIÓN A LA PATRIA !!
Plataforma Ciudadana Una Nueva Oportunidad